viernes, 9 de diciembre de 2016

Clamidia



¿Qué es? 


La clamidia consiste en una enfermedad infecciosa perteneciente al grupo de las ETS (Enfermedades de Transmisión Sexual). Está causada por la Chlamydia trachomatis (bacteria). 
Esta enfermedad puede darse en ambos sexos, afectando, en el caso de las mujeres, al cuello del útero, y en el de los hombres, a la uretra. A mayores, puede afectar, tanto en hombres como mujeres, al recto y a la garganta. 

¿Cómo se transmite?


Esta patología, al ser una ETS, se contagia a través de las relaciones sexuales, independientemente de que se trate de sexo oral, vaginal o anal. Además, esta infección puede pasar de madre a hijo en el parto. 
Colectivos de riesgo
Esta infección se da mas habitualmente en gente joven, siendo más probable en aquellas personas que mantengan relaciones sin uso de anticonceptivos de barrera, o que tienen varias parejas. 

¿Cuáles son sus síntomas?


Muy frecuentemente, la enfermedad transcurre sin presentar sintomatología, aunque estas personas que no presentan síntomas pueden transmitir la enfermedad a otros. 
Cuando existen manifestaciones clínicas, estas varían de la ubicación de la infección y del sexo del individuo. 

En las mujeres, se produce flujo vaginal excesivo de olor intenso, escozor o dolor en la micción y dolor al mantener relaciones sexuales. En casos en los que la infección se extiende, puede aparecer dolor abdominal, mareo y fiebre o febrícula. 



En los hombres, aparece secreción del pene, escozor o dolor al miccionar, picor en la abertura del pene, y dolor e inflamación testicular. 
Cuando la clamidia afecta al recto, provoca dolor rectal, dolor, secreción y sangrado. 

¿Cuáles son las posibles complicaciones?


En el sexo femenino, si esta infección no se trata puede pasar al útero y a las trompas de Falopio, dando lugar a la Enfermedad Inflamatoria Pélvica. Si esto tiene lugar, pueden producirse daños permanentes, tales como dolor de la pelvis, infertilidad y embarazo ectópico (el óvulo se implanta fuera del cuello del útero). 
En el sexo masculino no suelen existir complicaciones. En casos aislados se da infección del epidídimo, que puede causar dolor, fiebre e incluso infertilidad. 
Una complicación común a hombres y mujeres es la aparición de artritis reactiva. En bebés que se infectan en el parto, puede aparecer infección ocular y neumonía, así como un parto prematuro. 
¿Cómo se diagnostica?
Es importante consultar a nuestro médico si presentamos síntomas de clamidia, o si nuestra pareja padece algún tipo de ETS. También es preciso acudir al mismo antes de dar a luz. 
El diagnostico consiste en la toma de una muestra de orina o en el raspado de secreciones para su respectivo análisis. 
¿Cómo se trata?

El tratamiento consiste en la administración de antibióticos, de una o varias dosis. Cabe destacar que estos no reparan ningún daño irreversible que haya producido la enfermedad, y tampoco previenen al individuo de volver a padecerla. 

¿Cómo se previene?


La prevención de la clamidia consiste exclusivamente en el uso de preservativo, aunque puede aparecer a pesar de su uso. 




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