Tos ferina

¿Qué es?

Esta enfermedad infecciosa afecta principalmente a los niños pequeños. Es infrecuente en los países que realizan una vacunación sistemática.

Esta enfermedad bacteriana altamente contagiosa produce una tos incontrolable que puede dificultar la respiración.

La tos ferina es provocada por el bacilo de Bordet-Gengou, responsable de una alteración de las vías respiratorias. La enfermedad se transmite por medio de gotitas de saliva suspendidas en el aire.

¿Cuáles son sus síntomas?

Los síntomas iniciales son semejantes a los de un resfriado común. Se presentan aproximadamente una semana despuñes de la exposición a la bacteria. 

Los episodios graves de tos aparecen 10 12 días más tarde. En los bebes y niños pequeños , la tos a veces termina con un estertor, sonido que se produce cuando el niño trata de tomar aire. 

Los episodios de tos pueden llevar al vómito o  a una breve pérdida de conocimiento. En los bebes los episodios de asfixia y de pausas largas en la respiración son comunes.

Otros síntomas de tos ferina;

• Rinorrea: nariz congestionada.
• Fiebre leve
• Diarrea

¿Cómo se diagnostica?

Se basa principalmente en los síntomas. Sin embargo cuando los síntomas no son obvios, esta enfermedad es difícil de diagnosticar. En bebes muy pequeños, estos síntomas pueden ser causados por neumonía.

Para estar seguros se puede tomar una muestra del moco proveniente de las secreciones nasales. La muestra se envía al laboratorio y se examina. El examen lleva su tiempo, por lo que el tratamiento suele iniciarse antes de que los resultados estén listos. 

En algunas personas se les puede hacer un conteo sanguíneo completo que muestra grandes cantidades de linfocitos.

¿Cómo se trata?

Los antibióticos como la eritromicina, pueden hacer desaparecer los síntomas más rapidamente si se inician a tiempo.

Los bebes menores de 18 meses requieren constante supervisión, ya que la respiración puede detenerse temporalmente durante los ataques de tos. Los bebes con casos graves se deben hospitalizar.

Pronóstico

En los niños mayores, el pronóstico con frecuencia es muy bueno. En los bebes tienen el mayor riesgo de muerte y requieren un control cuidadoso.

Posibles Complicaciones

• Hemorragia nasal
• Neumonía
• Trastorno convulsivo
• Convulsiones
• Discapacidad intelectual
• Infecciones del oído