La otitis externa es una inflamación, irritación o infección de la parte externa del oído y del conducto auditivo externo. Es más conocida como oído de nadador, y puede manifestarse de forma leve o grave.
Es una infección común en adolescentes y adultos jóvenes y se suele producir al nadar en aguas contaminadas (las pseudomonas y otras bacterias pueden causar infecciones del oído). En otros casos puede producirse por una infección por hongos, por rascar el oído o por tener algo clavado en el. Si la otitis externa se convierte en un problema crónico puede ser causada por tener algo que causa alergia en el oído (por ejemplo un pendiente) o por enfermedades como eccema y psoriasis.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas del oído de nadador abarcan: secreciónes del oído (de color amarillo, verde amarillento, purulenta o con olor fétido), dolor de oído, hipoacusia y picazón en el oído o en el conducto auditivo externo.
En la mayoría de los casos, se necesitarán gotas óticas que contienen antibióticos durante 10 a 14 días. Si el conducto auditivo externo está muy inflamado, se puede colocar una mecha en el oído para permitir que las gotas viajen hasta el extremo de dicho conducto. En muchos casos colocar una bolsa caliente en los oídos reduce el dolor y la molestia. Otros tratamientos indicados son: antibióticos por vía oral en caso de que la infección abarque más zonas (oído medio, etc), corticoesteroides si el prurito y la inflamación no cesan, paracetamol o ibuprofeno (analgesia) y gotas de ácido acético.
Para concluír aportamos un vídeo que resume las complicaciones que aporta esta infección así como diferentes maneras de mitigar sus síntomas en casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario